Cómo reconocer la auténtica cosmética ecológica y natural

¿Cosmética ecológica? ¿Cosmética natural? ¿Biológica? ¿Orgánica? ¿Hay alguna diferencia entre ellas o son lo mismo? ¿Y en qué se diferencian de la convencional? Si tú también te pierdes entre tanto concepto, este post es para ti.

Cosmética ecológica vs natural

Muchos consumidores asocian cosmética natural con ecológica y es importante destacar que son dos cosas distintas.

Se considera que un producto cosmético es natural, si está elaborado con ingredientes vegetales, minerales o animales que no han sido procesados o lo han sido únicamente utilizando medios físicos (molienda, filtrado, etc.).

La cosmética ecológica, supone un escalafón más elevado. Los ingredientes no sólo tienen que ser naturales, sino que además deben haber sido cultivados, recolectados, criados y procesados según los métodos de producción ecológica reguladas por la normativa europea.

Esto quiere decir, que los componentes vegetales o animales deben proceder de la agricultura y ganadería ecológicas.

¿Y qué hay de los productos cosméticos etiquetados como biológicos u orgánicos? Estas dos denominaciones son sinónimos de “ecológico”. Aparecen sobre todo en productos de otros países, aunque el significado es exactamente el mismo.

La palabra “orgánico” es típicamente utilizada en los países anglosajones, mientras que la denominación “bio” se usa más frecuentemente en otros estados miembros de la UE como Alemania, Francia o Italia.

Los productos cosméticos convencionales

Frente a las opciones anteriormente mencionadas, tenemos a la cosmética convencional. Esta puede usar materias primas tanto naturales como sintéticas. No obstante, y debido a su coste mucho más bajo, se basa mayoritariamente en componentes químicos.

Los pocos ingredientes naturales que se incluyen en sus formulaciones se usan sobre todo con fines de marketing. Así es frecuente ver afirmaciones como “con extracto de…” o “al aceite de...”, aunque en realidad el ingrediente publicitado sólo aparezca en cantidades ínfimas.

Para ello, basta fijarse en la lista de composición o código INCI, el cual enumera todos los componentes del producto en orden de cantidad, de mayor a menor. Resulta llamativo, que muchas veces el ingrediente que da nombre al producto figura en las últimas posiciones.

En teoría, la legislación prohíbe el uso de ingredientes que sean tóxicos, puedan causar cáncer o mutaciones a nivel celular. No obstante, en la práctica, esta normativa se incumple frecuentemente, pues en la composición de la mayoría de los productos de higiene y belleza abundan las sustancias consideradas peligrosas para la salud.

Cuidado con la falsa “cosmética natural”

Al contrario de lo que ocurre con los productos ecológicos, no existe realmente un marco legislativo que determine cuándo un producto puede llamarse “natural”.

Esto ha provocado que muchos fabricantes de cosmética convencional comercialicen productos que según la publicidad están hechos de extractos de plantas u otros ingredientes naturales, cuando en realidad su base es mayoritariamente química.

Por ello, que figure alguna mención a supuestos ingredientes “naturales” en el envase, no es de por sí una garantía de que estemos adquiriendo realmente un producto cosmético natural y mucho menos ecológico. El uso de esta última palabra sí se encuentra regulado, al menos en lo que respecta a los ingredientes de origen vegetal o animal.

No obstante, hay que destacar que no existe un sello de cosmética ecológica unificado a nivel europeo y respaldado por una ley, como ocurre con los alimentos procedentes de la agricultura ecológica (el famoso sello verde). Tampoco contamos con un sello oficial nacional o autonómico.

La certificación natural o ecológica

¿Si no existe una regulación oficial, cómo podemos entonces saber si nos encontramos ante un producto de cosmética ecológica o al menos natural? Por fortuna, existen una serie de organismos de certificación privados de prestigio que nos pueden ayudar.

Cada organización certificadora aplica sus propios criterios, establecidos en un pliego de condiciones. Si bien algunas tienen requisitos algo más estrictos que otras, todas se suelen basar en una serie de pautas comunes.

En general, suelen disponer de dos tipos de certificación diferenciados: cosmética natural y cosmética ecológica. Algunas organizaciones además tienen niveles intermedios como por ejemplo cosmética natural con parte de los ingredientes ecológicos.

Criterios para la certificación de cosméticos ecológicos y naturales

Cosmética natural

Algunos de los requisitos habituales son los siguientes:

• La práctica totalidad de los ingredientes deben ser de origen natural (en general entre el 90 y el 95%).
• Solamente se pueden usar los ingredientes sintéticos que se encuentren incluidos en una lista restringida de sustancias autorizadas y que sean imprescindibles para el proceso de fabricación o conservación.
• Algunos componentes (cantidad variable según la certificación) deben de ser ecológicos.
• No se puede utilizar técnicas de irradiación para la esterilización del producto.
• No se permiten ingredientes transgénicos (OMG).
• Debe de existir una trazabilidad de los ingredientes.
• Se deben de usar métodos de extracción de materias primas y de fabricación respetuosos con el medio ambiente.
• El producto se presentará en envases reciclables o biodegradables.

Cosmética ecológica

Normalmente se pide:

• Cumplir con los mismos requisitos exigibles a los productos cosméticos naturales.
• La práctica totalidad de los ingredientes (normalmente alrededor del 95%) vegetales y animales deben de estar ecológicamente certificados.
• Se establece también un porcentaje sobre los ingredientes totales (certificables y no certificables) que deben de ser ecológicos. Normalmente alrededor del 10%.

Nota: Hay que tener en cuenta que el porcentaje que debe ser ecológico, solamente se aplica sobre aquellos ingredientes para los que sea posible obtener una certificación a tal efecto. Estos son normalmente los que proceden de vegetales cultivados y de animales de granja.

Para los demás componentes del producto, como por ejemplo minerales, agua, plantas o animales silvestres, no existe tal certificación. Es por esto que el porcentaje total de los ingredientes que deben ser ecológicos es más bajo.

Esto tiene su lógica, ya que muchos productos están mayoritariamente basados en sustancias no vegetales ni animales. Por ejemplo un jabón de tocador tendrá entre sus ingredientes principales el agua y la sosa cáustica y sólo permitiría obtener una certificación para los componentes menores como aceites o extractos de plantas.

Sellos de certificación para cosmética ecológica y natural

Una vez repasados los principales criterios de certificación para la cosmética ecológica y natural, vamos a fijarnos en las diferentes entidades certificadoras existentes, y los sellos o logos de garantía que emiten. En España conviven tanto sellos otorgados por entidades de certificación nacionales o con filiales en nuestro país, como otros procedentes del extranjero.

Estos últimos no sólo aparecen en productos importados. También algunos fabricantes españoles confían su certificación a organismos extranjeros, sobre todo radicados en otros países de la UE. Por lo tanto, es perfectamente posible encontrar un producto fabricado en España, pero certificado por un organismo alemán o francés, por ejemplo.

Sellos emitidos en España

Los principales sellos de certificación de cosmética ecológica y natural que encontramos en España son los siguientes:

• Ecocert. Es uno de los sellos más conocidos. Aunque en realidad se trata de una organización privada francesa, cuenta con una filial en nuestro país. Por ello lo hemos incluido en la sección nacional. Ecocert emite certificaciones tanto para productos de cosmética natural como ecológica.
• Bio Vida Sana. La asociación española Vida Sana, otorga este sello a productos “econaturales”, es decir que son tanto naturales como ecológicos. El proceso de certificación propiamente dicho se realiza, sin embargo, a través de Bio Inspecta. Esta última es una entidad privada con sede en Suiza.

 

• CPAEN. El Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra, que certifica productos alimenticios ecológicos, tiene también un sello privado para cosméticos ecológicos. Si bien es relativamente poco conocido fuera de Navarra, nos ha parecido importante incluirlo, pues es el único que opera con una norma cosmética 100% española.

Sellos de certificación europeos

Como comentado anteriormente, también es común encontrar en las estanterías de las tiendas españolas especializadas en productos de cosmética ecológica y natural, productos con logotipos de entidades de certificación de otros países. Algunos de los más importantes son:

• BDIH. Es una asociación alemana, que aglutina a fabricantes y comerciantes de productos farmacéuticos, suplementos alimenticios y de productos de higiene. Certifica productos de cosmética natural. No es un sello de certificación ecológica.
• CCPB. Es un organismo italiano dedicado a la certificación y control tanto de productos agroalimentarios como no alimenticios. Opera en el sector de la producción ecológica y eco-sostenible. Tiene dos sellos: “cosmetici naturali” y “cosmetici biologici” que certifican a los productos naturales y ecológicos, respectivamente.
• Cosmebio. Una asociación profesional de cosmética natural y biológica francesa, pero que también tiene entre sus asociados a empresas y fabricantes de otros lugares del mundo. Emite los sellos “cosmetique bio” y “cosmetique eco”.
• Natrue. Es una organización no lucrativa con base en Bélgica cuyo objeto es la promoción y la protección de los cosméticos naturales y ecológicos. Realizan certificaciones en todo el mundo.
• Soil association. La asociación sin afán de lucro líder en el Reino Unido, que persigue el uso sostenible de los recursos y de la tierra. Tiene varios niveles de certificación para cosméticos, tanto naturales como ecológicos.

Certificación no europea

Aparte de los organismos europeos mencionados, muchos de los cuales también operan a escala global, cabe todavía hacer mención del principal sello ecológico de los Estados Unidos.

• USDA Organic. Depende directamente del departamento de agricultura del Gobierno norteamericano y establece las condiciones para la certificación ecológica de productos tanto de alimentación como no alimenticios, entre ellos los cosméticos.

Ahora comprar cosmética ecológica te resultará más fácil

Conociendo todos estos sellos de certificación natural y ecológica, ya no te será difícil diferenciar un verdadero producto de cosmética ecológica y/o natural de uno convencional.

Esto evitará también que te confundan mensajes publicitarios que traten de hacer parecer natural a un producto que en realidad es sintético.

Recuerda además que en nuestra sección de belleza, encontrarás una gran variedad de cosméticos naturales y ecológicos, que siempre tendrán la garantía de unos de un organismo certificador de prestigio.