Durante estos meses de verano, en Daiquí no paran de recolectar polen fresco, un alimento que nos proporcionan las abejas y que se ha ganado su puesto entre los superalimentos.

 

Desde allí mismo, desde Daiquí, nos cuentan todos los secretos que esconde el Polen, ¿quieres conocerlos? Pues no pierdas lectura.

 

Para alimentar a las larvas y a las abejas jóvenes, las abejas adultas recolectan granos de polen de las flores. La recolección la hacen en forma de pequeñas bolitas que transportan en las corbículas de sus patas traseras. En cada vuelo, una abeja lleva a la colmena unos 15 mg de polen en dos bolitas, por lo que, para llegar a 1 kg de polen, la abeja debe realizar más de 60.000 vuelos.

 

Si bien, la miel es la fuente de carbohidratos en la alimentación de las abejas, el polen es su fuente de proteínas.

Conozcamos su composición y propiedades:

 

- El polen posee todos los oligoelementos que necesita nuestro organismo diariamente. Los oligoelementos, la mayoría metales, son esenciales para el correcto funcionamiento de las células. Se les conoce como oligoelementos debido a la pequeña cantidad requerida de cada uno de ellos.

- Hay en la naturaleza 22 aminoácidos esenciales (proteínas) y el polen los reúne todos. Los aminoácidos esenciales son sustancias que nuestro cuerpo no es capaz de generar por sí sólo, por lo que debe tomarlos desde el exterior, ya que los necesita para el correcto funcionamiento del organismo.

- Es un concentrado vitamínico, energético y mineralizante natural, altamente efectivo, ya que al ser natural, el cuerpo lo absorbe y aprovecha al 100%.

- Debido a su gran aporte de oligoelementos y aminoácidos, ayuda considerablemente a la función muscular y esquelética. Se recomienda para prevenir y mitigar, artritis, osteoporosis, artrosis, reumatismo, etc.

- Es un alimento ideal en períodos de crecimiento y desgaste de energía.

- Es un buen recuperador después de hacer deporte.

- Es un buen recuperador frente a operaciones.

- Tomado antes de las comidas aumenta el apetito y hace de protector estomacal. Especialmente indicado para las personas con decaimiento, baja energía y bajo peso.

- Muy recomendado contra la anemia.

- Su consumo diario mitiga las alergias en primavera.

- Muy recomendable para la menopausia, pues reduce sus efectos secundarios, eliminando en muchas pacientes los trastornos circulatorios, los sofocos y el insomnio.

- Beneficioso también para la Próstata.

- Reduce el colesterol en sangre.

- Aumento de vitalidad en general.

- Mejora la piel.

 

¿Y cómo lo tomamos?

Se puede tomar con agua, con zumo, con infusiones, con yogur, con cereales, en ensaladas, con tortitas… ¡sí, con toritas!, como os mostramos en la siguiente receta.

Desde Daiquí, nos animan a tomarlo fresco, tal como lo podéis encontrar estos días en nuestra sección de frutería. Este polen fresco, desde la fecha de recolección aguanta unos 20 días, por eso, nos recomiendan congelarlo una vez lo compremos, e irlo consumiendo directamente sacado del congelador, o bien, sacando a la nevera la cantidad que vayamos a consumir durante una semana. Así que ya sabéis, ¡aprovechad esta temporada para haceros con vuestras reservas de polen fresco! Para aquellos que no podáis haceros con ella, no os preocupéis, durante el resto del año, podréis encontrar igualmente el polen seco.

 

Y aquí va nuestra receta.

 

Tortitas de sarraceno y polen fresco:

 

Ingredientes para 8 tortitas:

125 gr de harina de trigo sarraceno

3 gr de levadura de pastelería

1 pizca de sal

1 huevo

60 gr de panela

100 ml de leche

1 cucharadita de vainilla en polvo

1 cucharada de polen fresco

 

Mezclamos todos los ingredientes en un recipiente, no importa el orden, hasta que estén bien unidos y hayan formado una masa líquida, pero espesa. Calentamos una crepera y engrasamos con aceite de oliva. Bajamos el el fuego a ¾ de su potencia aproximadamente, y comenzamos a cocinarlas. La cantidad de masa ideal por tortita, es el contenido de una cuchara de servir. Vamos echando una cucharada por torita, tantas como nos quepan en la crepera. Cuando veamos que la tortita comienza a hacer burbujitas, es hora de darle la vuelta. En unos segundos estará, hay que ir cuidando de que no se nos quemen. Y a por la siguiente tanda de tortitas, hasta acabar toda la masa. Entre tanda y tanda, engrasaremos de nuevo la crepera.

Una vez hechas, es hora de elegir con qué las acompañaremos. En este caso, las hemos acompañado con: Yogur natural, miel, arándanos y frambuesas, y un poquito de polen fresco espolvoreado por encima. Acompañadas de una infusión, un café, leche, o una bebida vegetal, es un desayuno estupendo, tanto para adultos como para niños. Ideal para el fin de semana, que solemos tener más tiempo para prepararlo.