Hoy en día, al entrar en un establecimiento de alimentos ecológicos, también llamados Orgánicos o Bio, mucha gente se siente en terreno desconocido, perdida y abrumada ante la novedad.

Sin embargo, debería ocurrir todo lo contrario, ya que lo que podemos encontrar en estos establecimientos no es otra cosa que "alimentos" a secas.

Productos con etiquetas sencillas en las que podemos reconocer a primera vista sus ingredientes. Comida sin extrañas sustancias o siglas que nunca acabamos de saber qué significan.

Nuestros antepasados, desde luego, se sentirían más a gusto en un Supermercado Ecológico que en cualquier supermercado o gran superficie convencional.

I love bio

De los alimentos ecológicos a los industriales

Hasta que finalizó la II Guerra Mundial, sólo se conocía una agricultura y ganadería: la ecológica. Todo lo que consumían entonces los seres humanos eran alimentos ecológicos.

Cuando finalizó la guerra, la industria armamentística necesitó reconvertirse. Por ello, no nos ha de extrañar, que muchos de los productos utilizados en la agricultura convencional sean gases tóxicos usados antes en ambientes bélicos.

Si alguien considera nuestra postura excesivamente radical al respecto, no podemos hacer otra cosa que darle la razón. Nuestra comida nos tiene que nutrir, ser sabrosa y no intoxicarnos ni a nosotros ni al medio ambiente. Somos radicales con nuestra salud, porque la queremos mantener.

Qué son los alimentos ecológicos

Para definir qué son los alimentos ecológicos, basta con decir lo que no son:

  • No son productos en los que para su obtención se utilicen productos tóxicos para el consumidor, para el agricultor, para la tierra, para el agua o el aire o para los animales y las plantas.
  • No sobreexplotan el terreno, ni fuerzan los ciclos naturales de animales y plantas, para obtener de forma rápida y barata alimentos de baja calidad y escaso valor nutricional.

Y entonces, ¿qué son?

Son productos auténticos y de calidad, que nos alimentan de verdad y que además han sido producidos en armonía con la naturaleza.

El coste de los alimentos que consumimos

¿Por qué los alimentos ecológicos son más caros? Esto es sencillo de responder.  Es el precio real de la comida de verdad.

El abaratamiento de los alimentos se consiguió gracias a su industrialización, al uso masivo de fertilizantes, pesticidas, herbicidas, etc. También con la sustitución de ingredientes reales por otros sintéticos como conservantes, colorantes, imitadores de sabor, etc. Y, por supuesto, a la sustitución de las manos humanas por grandes máquinas.

La bajada de precios también se debe a las prácticas habituales de grandes multinacionales, que presionan a los productores pagándoles precios que muchas veces están por debajo del coste de producción. Así es como se ha conseguido que hoy podamos ver precios irreales en las estanterías de los supermercados. ¿Y ahora que sabemos esto, qué alimentos salen más caros realmente? ¿Los auténticos alimentos ecológicos o la artificial comida convencional?

La factura que nosotros no pagamos, cuando adquirimos productos convencionales, la paga nuestro planeta, el medio ambiente y los millones de trabajadores explotados a lo largo y ancho del mundo.

Por todo ello, cuando elegimos alimentos ecológicos, estamos eligiendo salud, directa e indirectamente. Porque nos alimentamos de verdad, porque no ingerimos sustancias tóxicas y porque no contaminamos nuestro medio ambiente. Y, finalmente, porque favorecemos una sociedad más justa e igualitaria para todos.

¿Quiéres saber más sobre las diferencias entre la agricultura convencional y ecológica? Entonces no te pierdas nuestro post relacionado sobre la fruta y verdura ecológica.